Los pies han de cuidarse igual que como se cuidan las manos, el cuerpo o la cara.

El calzado no debe quedar ni muy flojo, ni muy apretado para que los dedos puedan moverse libremente.

Es muy normal el tener un pie mayor que el otro, así que, siempre debemos comprar el calzado centrándonos en el pie que tenemos más grande.

Prestar mucha atención al corte de las uñas. Este debe ser recto no debiendo quedar las esquinas muy cortas para evitar que crezcan dentro de la piel y que se entierren.

Deben cortarse de forma cuadrada evitando que no queden picos.

Para evitar la aparición de hongos:

  • Mantener una buena higiene en los pies.
  • Secarlos bien después de cada ducha, especialmente entre los dedos.
  • Una vez limpios, mantenerlos hidratados con crema.
  • No andar descalzo en piscinas, gimnasios, duchas, vestuarios, etc. Utilizar calzado apropiado para ello, así evitaremos infecciones.
  • Usar siempre calzado cómodo y nunca intercambiarlo con otras personas.

Importante, se recomienda la realización de un estudio biomecánico para conocer el tipo de pisada que tenemos, de esta manera, evitaremos lesiones escogiendo el calzado adecuado a nuestro pie.

Visitar regularmente al podólogo para cuidar uñas, durezas, callos, etc.

Silvia Domínguez González
Directora Clínica Weyler

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