Entre los diferentes trastornos de la marcha existentes, nos encontramos con la marcha equina o en estepaje, que se caracteriza por la dificultad de realizar una flexión dorsal del pie y genera lo que se conoce como pie caído o pie pendular, con los dedos apuntando hacia abajo.

Para compensar este trastorno y no arrastrar el pie, el paciente levanta exageradamente las rodillas al caminar y al tocar el suelo lo hace siempre primero con la punta.

Causas de la marcha equina

Las principales causas que se asocian a esta patología son:

  • Síndrome de Guillain-Barré: puede aparecer tras la recuperación de esta enfermedad y su intensidad y a la zona que afecta puede ser variable.
  • Hernia de disco lumbar: aparece en la fase de debilidad y atrofia de los músculos de las piernas. El principal síntoma es el dolor intenso de espalda que puede llegar a afectar a otras partes de nuestro cuerpo.
  • Esclerosis múltiple: la marcha en estepaje responde a un ciclo de exacerbación y remisión periódica. La debilidad muscular por lo general afecta a las piernas.
  • Traumatismo de los nervios peroneos: la afectación es transitoria y se soluciona con la liberación de la presión sobre los nervios peroneos.
  • Poliomelitis: la marcha equina se desarrolla después de la fase aguda y está precedida por fiebre, debilidad muscular, parestesia, parálisis muscular y atrofia permanente, entre otros.
  • Lesión en la médula espinal: un traumatismo de la médula espinal puede ser otra de las causas de esta afección. Además, otros síntomas serían el dolor de cuello y espalda, pérdida sensorial, debilidad muscular o parálisis.

Si sufres este trastorno o tienes alguna dificultad para flexionar o estirar tus pies, debes visitar a un especialista cuanto antes. En nuestro servicio de Podología podemos ayudarte a poner fin a tus molestias con un tratamiento especialmente diseñado para ti. ¡Te esperamos!

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