El verano es una de las estaciones más esperadas por todos, sin embargo es la más temida por nuestros pies. Durante estos meses se suceden tres situaciones que ponen amenazan la salud de los pies.

Por un lado, están más expuestos al utilizar zapatos abiertos; es más fácil contagiarse de hongos y; además, soportan más humedad ya sea por el sudor o por estar continuamente mojados en la playa o en la piscinas y no secarlos correctamente.

Para evitar que estas situaciones pongan en riesgo nuestra salud, se recomienda estar atentos a cualquier signo que alerte sobre una posible infección.

De esta forma, el cambio de coloración en las uñas o en la piel de los pies pueden ser síntomas de que tenemos que hacer una visita al podólogo cuanto antes ya que puede tratarse de una infección.

Asimismo, aquellos pacientes que padecen hiperhidrosis deben tener especial cuidado con la aparición de los hongos. Para ello, hay que secar bien los pies y los dedos después de cada baño y acudir a nuestro podólogo.

Otro de los riesgos es la infección por papilomas, un virus que se aloja en el suelo de las duchas y las piscinas y que se presenta en forma de pequeñas verrugas plantares. Se transmiten con el contacto directo por lo que debes utilizar siempre un calzado adecuado para evitar su infección.

La importancia de acudir al podólogo

Te recomendamos que, ante cualquier problema con tus pies, acudas siempre a nuestra clínica. Nuestros podólogos tienen la formación necesaria para tratar tu problema sin que corras ningún tipo de riesgo.

En Clínica Weyler tenemos más de 10 años de experiencia. Visítanos y te ayudaremos a mejorar tu salud.

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